jueves, abril 11, 2013

¡Ha muerto la vieja de mierda!



Y bien, ha muerto Margaret Thatcher quien junto a Ronald Reagan marcaran la década de los 80 en el mundo occidental en lo que se ha denominado la década conservadora. Esto porque bajo sus administraciones en Reino Unido y Estados Unidos respectivamente se implementaron programas de ajuste neocapitalista y post fordista que, simplificando, podríamos decir que apuntaron a desestructurar el llamado Estado de bienestar. Este último es una fase de la dominación capitalista surgido principalmente en Europa después de la segunda guerra mundial que tenía como principal objetivo el desarrollo de un capitalismo con “derechos sociales” de manera de asegurar la estabilidad y conjurar una vez más el viejo fantasma de la rebelión y el “comunismo”, esta vez a las puertas de Europa y dispuesto a imponerse con tanques por parte del imperialismo burocrático soviético.  Es necesario recalcar que el Estado de Bienestar era una fase del capitalismo, ya que para la mayoría de los capitalistas ignorantes, que se quedan con 3 o 4 fórmulas y sentencias que suenan bien de esas que tanto le gustan al mundo anglosajón en versión ingeniosa o de filosofía barata empresarial tipo “Quien se ha llevado mi queso”, el estado de bienestar es igual a socialismo. Otro aspecto relevante, especialmente para este paisito que nos vio nacer, es que el binomio facho Reagan-Thatcher vino a consolidar el modelo económico social que en $hile se estaba implementando desde 1976 con los consejos de Milton Friedman. El programa es más o menos simple y no es el objetivo de este artículo explayarse en este tema, pero sólo mencionemos que básicamente apunta al ajuste fiscal, a la privatización de empresas y servicios en manos del estado y a la eliminación de beneficios sociales. En el caso de Thatcher, políticamente esto llevó aparejado un enfrentamiento con los sindicatos, especialmente mineros, una línea dura con el independentismo irlandés en Irlanda del Norte, enfrentamiento al “comunismo” soviético alineándose con Reagan, y una política exterior guerrerista (llevó a su cagá de país dos veces a la guerra: la guerra de las Malvinas en 1982 y luego la primera guerra contra Irak en 1990).




La derecha chilena se ha tropezado para rendirle pleitesía a semejante bazofia y ha ensalzado, con un simplismo bobo y escolar, que se trata de una gran figura del siglo XX, que era una líder que actuaba en base a la convicción y no al cálculo pequeño, que ayudó a derrotar el comunismo, que tenía fe en la libertad personal, que fue visionaria, que creía firmemente en la fórmula: libertad de mercado + Democracia, que hoy “nadie” discute en el mundo, etc, etc. Sin un atisbo de ciudadanismo ni creencia en los valores de la democracia burguesa (nadie en su sano juicio podría pensarlo de este blog), cabe señalar que tanto creía en la democracia la vieja Thatcher que apoyó al régimen racista de Sudáfrica, era admiradora de Pinochet, reprimió salvajemente a sus propios ciudadanos, hundiéndolos además en el hambre y la cesantía (una de las consecuencias que nadie menciona de su magnífico programa económico) y enfrentó a sangre y fuego a los independentistas republicanos irlandeses, entre cuyas acciones cabe señalar que dejó morir a 10 prisioneros políticos que hacían huelga de hambre por la restitución de sus status de prisioneros políticos en 1981 diciendo “el crimen es crimen, no tiene nada de político”, “esas personas han elegido morir, una elección que su organización no les ha permitido a sus víctimas”. Una ola de indignación y revueltas sacudió Irlanda del Norte y el mundo cuando comenzaron las muertes de  los huelguistas, entre ellos Bobby Sands, el primero en morir.  Pero como el objetivo de este artículo es exaltar los hechos de violencia cometidos contra los poderosos, es que rescatamos el atentado que el Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés) cometió en el Hotel Brighton en 1984 y con el que intentó eliminar a todo el gabinete británico, incluida la vieja de mierda de Thatcher.  Aclaramos que este artículo, con información sacada de la web, apunta al conocimiento general y no a apoyar políticamente los planteamientos del IRA, el nacionalismo irlandés por muy oprimido que sea, ni sus estructuras autoritarias, ni menos el catolicismo de la mayoría de sus militantes. Sólo queremos resaltar que a veces los poderosos no se la llevan gratis como están acostumbrados. Adiós vieja fascista, púdrete en el infierno (aunque no creo que exista).




(Aquí no podemos dejar de mencionar que en los años 70 y a inicios de la década de 1980, se desarrollaron acciones armadas de grupos anarquistas como la Angry Brigade o el Grupo 1 de Mayo, entre otros objetivos en solidaridad con las luchas en Irlanda, por ejemplo saboteando las provisiones del ejército británico).

La huelga de hambre de 1981


Durante los primeros días del movimiento por los derechos civiles en el norte de Irlanda, los republicanos consiguieron el estatus de “categoría especial” durante una larga huelga de hambre en 1971 protagonizada por los prisioneros republicanos en la prisión de Crumlin Road. El estatus de “categoría especial” les permitía ser tratados como prisioneros de guerra, les proporcionaba los "privilegios" de los prisioneros de guerra recogidos específicamente en la Convención de Ginebra. Pero a mediados de los años setenta el gobierno laborista británico después de no conseguir poner fin al cierre patronal lealista en 1974, estaba determinado a acabar con el republicanismo irlandés y, Roy Mason, el Secretario de Estado para el norte de Irlanda, eliminó el estatus de categoría especial para todos los delitos cometidos después del 1 de marzo de 1976. A partir de ese momento todos los prisioneros eran considerados criminales por el estado.

A lo largo del siglo XX , la huelga de hambre había sido un recurso habitual de los prisioneros republicanos irlandeses. Desde 1917, doce hombres habían perdido la vida durante estas protestas, incluyendo a Thomas Ashe, Terence MacSwiney, Seán McCaughey, Michael Gaughan o Frank Stagg.
Tras la creación de campos de internamiento a partir de 1971, la prisión de Long Kesh -también conocida como HM Prision Maze - se utilizó como un campo de prisioneros de guerra. Los internos vivían en dormitorios y se organizaban según la disciplina militar, realizaban ejercicios de entrenamiento y leían sobre guerra de guerrillas y política revolucionaria.
Esta Categoría Especial implicaba que los presos eran tratados como prisioneros de guerra; por ejemplo, no tenían que vestir monos de presidiario o hacer trabajo carcelario.
En 1976 como parte de la política de "criminalización" llevada a cabo por el gobierno de Londres, las autoridades británicas suspendieron la aplicación de este estatus a aquellos presos paramilitares convictos por actos posteriores al 1 de marzo de 1976; no obstante, se respetó para aquellos presos que ya disfrutaban de él. La supresión de este Estatus implicaba una seria amenaza para los mandos paramilitares republicanos, que se veían impedidos para ejercer autoridad sobre sus hombres, además de representar una victoria publicitaria británica, al equiparar a los miembros del IRA con delincuentes comunes.
Los prisioneros, condenados por tribunales sin jurado, presididos por jueces nombrados por el establishment unionista, después de interrogatorios y torturas de la Sección Especial del RUC (fuerzas especiales de la policía británica), que estaban colaborando con las bandas de las prisioneras republicanas, sufrieron la misma política de traslados, fueran llevadas a la prisión de Armagh. Aunque había dos grupos republicanos (el IRA Provisional y el INLA – Ejército Irlandes de Liberación Nacional)  y los prisioneros estaban divididos en diferentes H-blocks, ellos estaban unidos, como prisioneros, como hombres y mujeres, como republicanos, frente a la política criminal británica.
El 14 de septiembre de 1976,Kieran Nugent, convicto al que no se le aplicó el Estatus de Categoría Especial, inició la Protesta de las Mantas, que consistió en que los presos del IRA y los del INLA, se negaron a vestir ropas de presidiario, permaneciendo desnudos o cubiertos con ropas hechas a partir de las mantas de la cárcel.
Después de que varios presos republicanos fueran atacados mientras vaciaban sus orinales en marzo de 1978 más de 300 prisioneros republicanos respondieron negándose a salir de sus celdas, no se duchaban ni utilizaban los orinales. Los guardias entonces dejaron de llevar a las celdas orinales, los prisioneros respondieron con la “protesta sucia”. Esto llevó a untar con excrementos las paredes de las celdas y los prisioneros sólo llevaban una manta languideciendo desnudos en las heladoras celdas durante el invierno. 
Estas protestas perseguían la reinstauración del Estatus de Categoría Especial, tratando de garantizar las llamadas "Cinco Demandas":
  1. Derecho a no vestir uniforme presidiario;
  2. Derecho a no realizar trabajo en la cárcel;
  3. Derecho de asociación con otros prisioneros y de organización de actos educativos o recreativos;
  4. Derecho a una visita, una carta y una parcela(un espacio) por semana;
  5. Plena restitución de la remisión de pena (perdido durante la "protesta sucia");
Inicialmente, la protesta no recibió especial atención, e incluso el IRA lo consideraba un asunto menor comparado con la campaña armada. Sin embargo, la situación cambiaría a partir de la visita de Tomás Ó Fiaich, arzobispo católico de Armagh, que condenó las condiciones de vida de los presos.
En 1979, la antigua parlamentaria Bernadette McAliskey (Devlin) se presentó a las elecciones al Parlamento Europeo al frente de una plataforma de apoyo a los presos, obteniendo el 5,9% de los votos en el norte de Irlanda, pese a que el SF había hecho un llamamiento al boicot de las elecciones.
En las zonas nacionalistas se formaron comités de acción de familiares para apoyar a los prisioneros y finalmente llevó a la formación del Comité Nacional H-Block Armagh, que reivindicaba las "Cinco Demandas", con McAliskey como portavoz. Ese comité estaba formado por activistas republicanos, sindicalistas, socialistas y activistas de derechos humanos. Tenía el apoyo activo del IRSP (Partido socialista Republicano irlandés) y otros grupos radicales.
El período previo a la huelga de hambre se desarrolló en medio de una campaña de asesinatos por ambos bandos. El P.IRA asesinó a varios oficiales de prisiones, mientras que pistoleros lealistas atacaron y mataron a varios activistas del National H-Block, hiriendo de gravedad a McAliskey y a su marido en un atentado.
Finalmente, la paciencia de los prisioneros se agotó en octubre de 1980. Siete (para replicar el número de firmantes de la Proclamación de la República Irlandesa durante el alzamiento de 1916) empezaron una huelga de hambre.
El grupo estaba formado por los miembros del P.IRA Brendan Hughes,Tommy McKearney,Raymond McCartney,Tom McFeeley,Sean McKenna,Leo Green y por John Nixon, miembro del INLA.
El 1 de diciembre, tres presas de la Prisión Femenina de Armagh se unieron a la protesta, incluyendo a Mairéad Farrell, seguidas poco después por una breve huelga de hambre de varias docenas de hombres en Long Kesh(Maze). En una guerra psicológica entre los huelguistas y el Gobierno Británico, con Sean McKenna entrando y saliendo del coma al borde de la muerte, el gobierno accedió a las "Cinco Demandas" de los huelguistas en un documento de treinta páginas. Con el documento enviado a Belfast, Brendan Hughes decidió desconvocar la huelga para salvar la vida de McKenna y puso fin a la protesta el 15 de diciembre, tras 53 días de ayuno.


Pero las “concesiones” eran un engaño y, sintiéndose traicionados, los prisioneros comenzaron la segunda huelga de hambre el domingo 1 de marzo de 1981. Bobby Sands, entonces líder del Ejército Republicano Irlandés Provisional (P.IRA) en la prisión de Long Kesh/Maze se negó a comer. Durante las siguientes semanas y meses otros prisioneros se unieron a la huelga de hambre de una forma organizada. Thatcher, la primera ministra británica, decidió que no se debían hacer concesiones a los prisioneros. Con una crueldad fría y calculada, ella y su camarilla decidieron dejarles morir. Incluso a pesar de que Bobby Sands había sido elegido para el parlamento en Westminster en las elecciones por el distrito de Fermanagh/South Tyrone, la administración Thatcher siguió firme.
Margaret Thatcher declaró: “No estamos dispuestos a considerar el estatus de categoría especial para ciertos grupos de personas que cumplen sentencias por crímenes. El crimen es el crimen, no es política”. El único cambio que se hizo fue publicar las propuestas para cambiar la Ley Popular de Representación, haciendo imposible que los prisioneros pudieran presentarse a las elecciones parlamentarias.
La huelga de hambre fue en aumento y el 5 de mayo Sands fue el primer prisionero en morir, después de 66 días de huelga de hambre. Tenía 26 años. Ante este hecho Thatcher dijo:"Sands era un criminal convicto. Eligió acabar con su propia vida. Esa es una elección que su organización no permite a la mayoría de sus víctimas".
El jueves 7 de mayo de 1981 se calcula que 100.000 personas asistieron al funeral de Bobby Sands en Belfast. Lejos de intimidar a los republicanos la muerte, ésta provocó una oleada de repulsión y furia. En muchas zonas nacionalistas se producían regularmente altercados. Siguieron otras nueve muertes, incluidas las de tres miembros del Ejército de Liberación Nacional Irlandés (INLA), Michael Devine, Patsy O’Hara y Kevin Lynch. Michael Devine había sido militante de las Juventudes Socialistas de Derry donde él y Patsy habían sido políticamente activos en cuestiones de la clase obrera.

Los acontecimientos ponían la base para un movimiento de protesta de masas. Desgraciadamente, la dirección de los Provisionales (3) no utilizó este movimiento de masas, excepto como un elemento auxiliar de la “lucha armada”. Aún tenían ilusiones en que el ejército británico se vería obligado a irse gracias a las bombas y los disparos.
El movimiento de masas alrededor de las huelgas de hambre era enormemente prometedor, pero una vez más la oportunidad se desaprovechó. Ante la alternativa de apelar sólo a la población nacionalista o a las amplias masas de la población a través de la isla, incluido el movimiento de la clase obrera, las direcciones de la campaña H-block demostraron ser incapaces de implicar a sectores más amplios. El Sinn Féin al ver en ello una oportunidad política tomó el control externo de la lucha H-block. La propia izquierda estaba confusa sobre la huelga de hambre e hizo pocos esfuerzos por influir en las filas rápidamente crecientes de los jóvenes nacionalistas hacia el pensamiento socialista. La salida parecía estar en la acción, o eso es lo que pensaba la juventud nacionalista. Por supuesto esa acción sólo era percibida en términos de lucha armada. Existía poca o ninguna intención de llegar a los elementos más radicalizados de la clase obrera protestante, ni siquiera ganar aliados dentro del movimiento sindical. En realidad, algunos republicanos se convirtieron en antisindicatos porque la dirección del TUC irlandés en el norte estaba estrechamente vinculada con el establishment británico. En lugar de trabajar para ganar a los aliados naturales en el movimiento de la clase obrera, muchos republicanos se retiraron a trabajar dentro de “nuestras comunidades”, se trataba de un eufemismo para decir que únicamente trabajaban dentro de comunidades católicas.
El propio movimiento socialista republicano no pudo resistirse a las emociones del momento y el INLA intensificó su lucha armada mientras la entonces dirección del IRSP viraba entre el nacionalismo de izquierdas y el republicanismo. Mientras afluían reclutas tanto al partido como al ala militar, se hacía poco para formar políticamente a la nueva ola de cuadros. Esto tendría consecuencias fatales para todo el movimiento en los años posteriores.
Pero según entraban los reclutas en las organizaciones republicanas la huelga de hambre lentamente iba entrando en la rutina. Asqueados por el creciente número de muertes y sin signos de concesiones, las familias de los que permanecían en huelga de hambre comenzaron a intervenir para que sus hijos abandonaran la huelga de hambre cuando se acercaban al momento de morir. El INLA, después de la muerte de Mickey Devine, anunció el 4 de septiembre que ya no iba a haber más voluntarios en la huelga de hambre. Paramilitares lealistas, fueron trasladados a los H-blocks de la famosa prisión de Long Kesh (Maze).
Finalmente, el sábado 3 de octubre, a las 3 y cuarto de la tarde, los que seguían en huelga de hambre terminaron. Habían muerto 10 huelguistas republicanos de hambre y otros 62 murieron en las calles en este período turbulento. Una huelga de hambre es una medida desesperada que sólo se debe adoptar cuando no existe otra alternativa. La muerte de cuadros en las prisiones es un precio muy elevado a pagar. ¿Fue demasiado alto el precio pagado? Sin duda los prisioneros emprendieron la ‘protesta sucia’ y recurrieron a las mantas porque sentían que no tenían otra alternativa.
Lo que en aquel momento parecía una derrota importante para los prisioneros, pronto se empezó a ver como una victoria cuando después del final de la huelga los británicos introdujeron un nuevo régimen carcelario que efectivamente concedían a los prisioneros sus peticiones. El 6 de octubre de 1981, James Prior, entonces Secretario de Estado para el norte de Irlanda, anunció una serie de medidas, que en gran medida satisfacían muchos de los aspectos de las cinco reivindicaciones de los presos.

La venganza: el día en que el IRA casi mata a Margaret Thatcher y todo el gabinete británico en la convención del partido conservador en 1984.

Ocurrió en la madrugada del 12 de octubre de 1984 en el Grand Hotel de la ciudad de Brighton. Cuando el IRA, entonces Ejército Republicano Irlandés Provisional se encontraba activo, la organización hizo explotar una bomba de treinta libras de gelinita en la sección del hotel en el que muchos políticos, entre ellos la Primer Ministro Margaret Thatcher, se encontraban para la conferencia del Partido Conservador británico. 
La bomba detonó a 2:54 am Thatcher estaba todavía despierta en el momento, trabajando en su discurso de conferencias para el día siguiente en su suite. La explosión dejo el baño de Thatcher destruido pero la sala de estar y su dormitorio quedaron ilesos. Thatcher y su marido Denis escaparon sin lesiones. Thatcher se cambió de ropa y, a continuación, fueron escoltados por los guardias de seguridad a la estación de policía de Brighton. Ella y su marido fueron llevados a la Jefatura de Policía de Sussex en Lewes, donde permanecieron durante el resto de la noche. 
La bomba fue puesta para matar a cualquiera de los ministros del gobierno Britanico. Cinco personas murieron en la explosión, incluyendo diputado conservador Sir Anthony Berry, del Parlamentario y Secretario del Tesoro y su esposa de John Wakeham Roberta.
Sir Donald Maclean y su esposa, Muriel, estaban en la sala junto al lugar donde la bomba explotó. Señora Maclean murió por las heridas recibidas y Sir Donald resultó gravemente herido. Las otras víctimas asesinadas por la explosión fueron Eric Taylor y Jeanne Shattock. Varios más, incluyendo Tebbit Margaret-la esposa de Norman Tebbit, que era entonces Presidente de la Junta de Comercio quedaron permanentemente discapacitados. Treinta y cuatro personas fueron trasladadas al hospital con heridas pero se recuperaron. 
El IRA se atribuyó la responsabilidad a la mañana siguiente: "Hoy no tuvimos suerte", "pero recuerda, sólo tenemos que tener suerte una vez, usted tendrá que tener suerte siempre. Da paz de Irlanda y no habrá guerra.
En septiembre de 1986, Patrick Magee, luego de 35 años de edad, fue declarado culpable de plantar la bomba, detonante, y de cinco cargos de asesinato. Él había estado en el hotel bajo el falso nombre de Roy Walsh veinticuatro días antes de la conferencia y plantado la bomba (equipado con un largo retardo de grabadora VHS, ocupado para programar una grabación) en el marco del baño en su habitación, número 629. El militante del IRA ocultó la bomba, 24 días antes de que hiciera explosión, en el baño de la habitación 629. El explosivo estalló el 12 de octubre de 1984, hacia las tres de la madrugada. 
Cinco importantes miembros de los tories resultaron muertos y otras 34 personas, heridas. Thatcher, que estaba trabajando con su equipo en la primera planta, salió ilesa, pero el ataque provocó gran conmoción nacional. Las imágenes del rescate de supervivientes y de cadáveres entre los escombros han quedado en la memoria colectiva como una de las acciones más osadas del IRA en suelo británico. 





No hay comentarios.: